Hoy es el día de salvación

He aquí ahora el tiempo aceptable;he aquí ahora el día de salvación. 2 Corintios 6:2.

Si oyereis hoy su voz,no endurezcáis vuestros corazones. Hebreos 3:7-8.

He aquí ahora el tiempo aceptable;he aquí ahora el día de salvación.2 Corintios 6:2.Si oyereis hoy su voz,no endurezcáis vuestros corazones.Hebreos 3:7-8.

“Si el árbol cayere al sur, o al norte, en el lugar que el árbol cayere, allí quedará”, escribió Salomón (Eclesiastés 11:3). ¿No sucede lo mismo con el hombre? Si muere en sus pecados, no podrá resucitar perdonado y justificado; tampoco entrará en la casa del Padre.

Entonces, ¿se debe orar aún por aquellos que ya murieron? No, es demasiado tarde para los que descuidaron su alma mientras estaban en esta tierra y menospreciaron la propuesta de Dios. Si ellos no quisieron aceptar a Jesús como su Salvador cuando estaban vivos, ¿podremos nosotros tomar esa decisión por ellos? Se entiende que los deseos y los rezos por los difuntos son la expresión de un amor que quiere prolongarse más allá de la muerte. Pero nuestros sentimientos no deben dirigir nuestros pensamientos.

En su Palabra Dios habla de “una gran sima” puesta entre el lugar de los creyentes y el de los incrédulos. Después de la muerte es imposible pasar de un lugar al otro. La Palabra de Dios es contundente: “A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos” (Lucas 16:19-31). Tenemos las Escrituras, ellas nos muestran el camino, sólo debemos seguirlo. El Señor Jesús también dijo: “El Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados” (Lucas 5:24). Fue en la tierra donde Jesús cumplió la obra de expiación y redención; y es aquí en la tierra donde tenemos que decidir si queremos ser salvos.

Fuente: LaBuenaSemilla.net

Aclaración

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