Animales que hablan en la Biblia

La serpiente en Génesis 3

El asna de Balaam en Números 22:21-40

4 comentarios:

  1. ¡No creía esas historias de que el asno de un tipo le habló! La biblia es genial para encontrar cosas tan pintorescas

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    1. Y la biblia es genial para encontrar miles de estupideces! Como animales que hablan, zombies,(Jesús resucitó, como un zombie), criaturas muy irreales, etc.

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    2. Tú piensa Miles de estupideces, pero al final DIOS te dará la oportunidad de arrepentirse de corazón y DIOS con su gran Amor, Misericordia y Compasión te perdonará.

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  2. La decisión de permanecer en calma
    No eres de piedra. Te levantas razonablemente tranquilo y te encuentras con personas que dicen o hacen cualquier cosa que dinamita tu tranquilidad. No es su intención, se supone. Simplemente, pasa.

    O no son ellos, sino los problemas y estropicios variados que surgen, sin más, y tornan correoso el día.



    Ciertas circunstancias exteriores nos afectan a muchos de nosotros. Nos roban la tranquilidad con la que despertamos. ¿Qué podemos hacer al respecto?

    ¿Cómo evitamos que nos afecten los comentarios negativos de un compañero?
    ¿Cómo permanecemos tranquilos cuando se rompe el congelador con un montón de comida dentro?
    ¿Cómo mantenemos la calma cuando nos quebramos la cabeza haciendo un plan y las circunstancias nos lo echan abajo?
    bienestar-emocional

    Quizás no nos damos cuenta de que esto es una trampa: ¿Cuándo se supone que vamos a estar tranquilos y felices? ¿Cuando TODO vaya bien y TODAS las personas con las que nos relacionamos se levanten con el pie derecho?

    Partamos de dos realidades que a la mayoría nos constan:

    Mientras sigamos vivos, todos los días habrá situaciones que resolver.
    Si nos relacionamos con otras personas, en algún momento dirán o harán algo que no nos gusta. (Lo mismo que tú y que yo.)
    Es rarísimo encontrarse un día en el que todo vaya “perfecto”. Por tanto, suena triste y frustrante que únicamente nos permitamos estar en calma en esas contadas ocasiones.

    No todo lo que ocurra hoy nos va a gustar. No todo lo podremos controlar. Pero sí podemos decidir cómo vamos a tomarnos lo que suceda: la impertinencia de un compañero, la avería del congelador o el descalabro de los planes.

    Ante cada situación que pueda desestabilizarnos, tenemos la opción de sucumbir a la tensión y la de tomárnosla con calma. Unas veces nos interesará dejarnos llevar. Otras, evitar que la situación nos desgaste. El caso es que podemos elegir.

    Podemos decidir hacer de la tranquilidad una prioridad. Y protegerla contra los eventos externos que puedan acabar con ella: De este estrés no beberé.

    Y, si a pesar de todo, las circunstancias nos sobrepasan y se nos disparan los nervios cuando tratamos con gente difícil o circunstancias poco agradables, también podemos decidir:

    no alimentar el malestar,
    buscar un espacio para retomar la calma,
    observar las cosas desde otra perspectiva,
    etc.
    Podemos observar lo que tenemos delante y hacernos la pregunta: ¿Merece esta situación que me estrese? Y, desde luego, muchas veces vamos a poder elegir entre el estrés y la calma. Cada vez nos saldrá mejor.

    ¿Qué tal si lo practicamos?

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Aclaración

Este Blog no tiene fines de lucro, ni propósitos comerciales, el único interés es compartir los gustos y las preferencias de su autor, con personas afines. Julio Carreto. Predicador