“Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios”. (Lucas 9:60)

Por Ing. Mario A Olcese (Apologista)

El Señor Jesucristo se había topado con un hombre que buscaba su beneplácito para seguirle a todas partes (Lucas 9:57), pero antes quería ir y atender el sepelio de su padre. Pero Jesús le contesta: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios.”  Aquí Jesús pone una disyuntiva entre atender los asuntos temporales y predicar el reino de Dios, y lo que Jesús parece resaltar es la importancia de predicar el reino de Dios por sobre todas las cosas que parecen importantes. Y también parece cierto que la frase “seguir a Jesús” significa o equivale a propagar el mensaje del reino de Dios, ya que Jesús le dice al hombre que vaya y anuncie el evangelio del reino por su cuenta. De esta forma el joven estaría siguiendo a Jesús en su misión evangelizadora.

Pero acá no acaba la historia. En los versos siguientes, leemos: Entonces también dijo otro: “Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios” (Lucas 9:61-62). En esta ocasión Jesús enseña que aquel que pospone la tarea de predicar el reino de Dios por otros asuntos sin mucha importancia, no es apto para el reino de Dios. Y eso es lo que desafortunadamente está ocurriendo hoy entre los cristianos y los no cristianos. La mayoría opta por posponer la prédica del mensaje por tareas que deberían ocupar un segundo lugar. Para Jesús, el mirar hacia adelante, hacia el supremo llamamiento, equivale a mirar hacia el reino. Antes él había enseñado a sus discípulos a pedir y buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás sería concedido por añadidura (Mateo 6:33). Algunos individuos posponen su conversión y su militancia en la iglesia para acumular fortuna, y después se deciden a ser cristianos. Estos no entienden  la urgencia de predicar la Palabra o el mensaje del reino venidero de Cristo (Mateo 24:14). El reino para estas personas es el reino del poder y las riquezas, ahora, hoy. Sí, mis amigos, el reino escatológico para éstos es sólo para los jubilados, para aquellos que ya están para partir, pero no para aquellos que están llenos de vida y de ambiciones materiales para hoy.

El Reino es sinónimo de las frases ‘El Evangelio’,  ‘la Palabra’, ‘La Gracia’, ‘El consejo’

Jesús quiere predicadores que lo anuncien a él y su reino, pues éste es el único y verdadero mensaje de esperanza para el mundo sufriente y desesperado por una edad de justicia y de paz duraderas.

Cuando la iglesia de Jerusalén fue perseguida, los creyentes fueron esparcidos por Judea y Samaria: “Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.  Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan” (Hechos 8:4-5,12,14).  En Hechos 20:24-25 leemos: “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro”. Y en el verso 27 se dice además: “Porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios”.

Así pues, si nos guiamos por lo que está subrayado en los versos de arriba, tenemos que: a) Predicar el evangelio es predicar a Cristo, y b). Predicar a Cristo, es predicar el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, y 3) Predicar el Reino de Dios y el nombre de Jesucristo es predicar la palabra. Predicar la palabra es predicar la gracia de Dios, y predicar la gracia es predicar el reino de Dios, y predicar el reino de Dios es predicar el consejo de Dios”

Conclusión:

Estamos llamados a predicar el reino de Dios y todo lo relacionado con el  nombre o persona de Jesucristo. Esto es lo que la Biblia llama “el evangelio” o “el mensaje”, “la gracia”, y el consejo” de Dios.

Fuente: http://ow.ly/316uc

I. Primera base: Debemos acudir diariamente a la biblia.

a. ¿Qué es la Biblia?

La Biblia es la Palabra de Dios. En ella encontrará consejo Divino para toda circunstancia de su vida. El acercarse diariamente a ella producirá en usted, el carácter y estilo de vida que Dios quiere que viva.

“Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16-17)

b. ¿Por quiénes y en cuanto tiempo fue escrita la Biblia?

Una de los aspectos más notables y asombrosos de la Biblia es su estructura, pues si bien es cierto que para su compilación fue necesaria la labor de más de 40 hombres entre los cuales encontramos legisladores, reyes, sabios, hombres de estado, pescadores, médicos, entre otros; a lo largo de un período de 1600 años, y de diferentes continentes y culturas, todo lo cual contribuye a que su mensaje y sus principios sean universales y aplicables a toda persona en cualquier época y lugar del mundo, sin embargo, la Biblia tiene un solo autor o inspirador que es el Espíritu Santo lo cual explica su sorprendente unidad.

“Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. (2 Pedro 1:21)

c. ¿Para quién fue escrita la Biblia?

La Biblia es una de las fuentes de revelación divina para la humanidad. Lo cual significa que:

  • Dios quiso revelarse a los hombres a través de su Palabra.
  • La Biblia fue escrita para todos.
  • Usted puede entender la Biblia.

Lamentablemente muchos creyentes tienen la idea que no van a poder entender la Biblia. Piensan que fue escrita para teólogos o para ministros, de manera que se limitan a escuchar conferencias y sermones de “los entendidos en la Palabra” o a leer libros sobre la Biblia en vez de estudiarla por sí mismos. Lo sorprendente es que la Biblia fue escrita para la gente común. El Señor dice en su Palabra:

“Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre ... porque habéis conocido al Padre”. (1 Juan 2:12-13)

Resulta evidente que los “hijitos”, o sea los cristianos recién convertidos, pueden entender la Biblia. Y esto significa que ¡usted también puede entender la Biblia! Lo importante es que nos lleguemos a ella en una actitud sencilla, con una mente sumisa a la acción del Espíritu Santo, y con un corazón enseñable.

A pesar de que existen pasajes difíciles, podemos decir que es mucho más lo que sí entendemos que lo que dejamos de entender, y no hay razón para perderse de una inmensa bendición por unos pocos pasajes difíciles.

Podríamos decir que para “llegar al Cielo” es suficiente con conocer Juan 3:16, pero si queremos tener una vida victoriosa y feliz, tendremos que alimentarnos regularmente con la Palabra de Dios.

Es necesario, eso sí, saber que el estudio de la Palabra exige el esfuerzo más grande que se nos puede pedir, el de pensar; pero es la única forma en que se puede aprender.

d. ¿Cómo está compuesta la Biblia?

La Biblia es un conjunto de 66 libros distribuidos en dos grandes secciones llamadas "Testamentos". Los primeros 39 libros pertenecen al Antiguo Testamento, y los 27 libros restantes conforman el Nuevo Testamento, dando un total de 66 libros del cánon hebreo. Los libros pertenecientes a cada Testamento pueden ser agrupados de acuerdo con su género:

Antiguo Testamento:

La Ley

5 Libros

Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio.

Historia De La Ley

12 Libros

Josué, Jueces, Rut, I Y II Samuel, I Y II Reyes, I Y II Crónicas, Esdras, Nehemías, Ester

Poesía

5 Libros

Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantares.

Profetas Mayores

5 Libros

Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel, Daniel.

Profetas Menores

12 Libros

Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías, Malaquías

Nuevo Testamento:

Evangelios

4 Libros

Mateo, Marcos, Lucas, Juan.

Inicia La Iglesia

1 Libro

Hechos.

Epístolas Paulinas

13 Cartas

Romanos, I Y II Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, I Y II Tesalonicenses, I Y II Timoteo, Tito, Filemón.

Epístolas Generales

8 Cartas

Hebreos, Santiago, I Y II Pedro, I, II Y III Juan, Judas.

Revelaciones

1 Libro

Apocalipsis

Cada libro está dividido en capítulos (números grandes) y versículos (números pequeños), y se acostumbra a citar de la siguiente manera: Nombre del libro, usualmente va en forma abreviada, seguido del número del capítulo, dos puntos (:) que separan el número del capítulo, de los versículos. Ejemplos:

Heb. 9:27-28 Se lee: Carta a los Hebreos, capítulo 9 versículos 27 y 28.
2 Ti. 2:15-20 Se lee: 2ª. Carta a Timoteo, capítulo 2 versículos 15 al 20.

e. ¿Qué debe hacer un hijo de Dios con la Biblia?

Hay cinco cosas que debemos hacer con la Palabra de Dios:

1. Recibirla: Oyendo.

“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” (Romanos 10:17)

“Oraba yo pidiendo fe, y pensaba que algún día la fe caería sobre mi desde el cielo, como un rayo. Pero la fe no parecía venir. Un día leí en el capítulo 10 de Romanos, “La fe es por el oír; y el oír es por la Palabra de Dios”. Antes cerraba mi Biblia, y pedía la fe. Ahora abro mi Biblia y comienzo a estudiar, y desde entonces mi fe no ha cesado de crecer.” D. L. Moody

1. Recibirla: Leyendo.

“Y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra...” (Deuteronomio 17:19)

La lectura bíblica: Se caracteriza por una lectura rápida de una porción extensa, uno o varios capítulos. Es una lectura panorámica, de las grandes obras de Dios a través de la historia, de lo que Él ha dicho o ha hecho. Esta forma de acercarnos a la Biblia tiene como meta extraer las ideas generales y no los detalles.

2. Meditarla:

“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” (Josué 1:8)

La meditación bíblica. Se caracteriza por pensar detenidamente en un versículo o en una idea de una porción de la Escritura. Enfatiza nuestra relación íntima con Dios y la respuesta personal de su Palabra. El propósito es tener un diálogo íntimo con Dios.

3. Memorizarla:

“Grábate en la mente todas las cosas que hoy te he dicho,” (Deuteronomio 6:6)

4. Estudiarla:

“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.” (Juan 5:39)

El estudio bíblico. Implica una cuidadosa observación de cómo se relacionan entre sí las distintas partes del pasaje. Tiene como propósito buscar y captar el significado más profundo del texto.

5. Obedecerla:

“Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.” (Lucas 8:15)

Cada vez que acudamos a la Palabra, debemos hacerlo en total dependencia al Espíritu Santo, su autor. Y es recomendable hacerse las siguientes preguntas:

  • ¿Qué dice el Pasaje?
  • ¿Qué me enseña acerca de Dios?
  • ¿Contiene alguna promesa?
  • ¿Contiene algún precepto que yo deba obedecer?
  • ¿Cómo puedo aplicar el contenido a mi vida?

Fuente: http://www.mentecreativa.org/cristiano/5bases.html

II. Segunda base: Debemos orar.

a. ¿Qué es orar?

Orar es conversar y compartir con Dios. Al principio puede parecerte extraño, pero en la medida en que continúes haciéndolo, la oración llegará a ser más y más significativa. Aprende a ver a Dios como tu Padre, como tu amigo así te parecerá natural la oración pues esto es lo que normalmente hacemos con nuestros amigos y con nuestros seres queridos.

b. ¿Cuándo debemos orar?

Si bien es cierto que la oración debe llegar a ser un estilo de vida, debemos tener también momentos especiales de oración. Empieza el día con oración, y ora en el transcurso del día. Lleva a Dios todos tus problemas. El se interesa en todo lo que te ocurre. Ya hemos dicho que la oración es la práctica de conversar y compartir todo con Dios, en una forma sencilla y libre durante todo el día.

c. ¿Cómo debemos orar?

Nuestra vida de oración debe ser tal, que lleguemos a conocer al Señor Jesús íntimamente. La eficacia de nuestra oración tiene relación directa con la comunión que mantengamos con Cristo. Antes de enseñar a orar a sus discípulos, Jesús dio unas orientaciones básicas para que ellos las tuvieran en cuenta:

“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” (Mateo 6:6)

Como podemos ver, la oración se traduce en momentos de intimidad con Jesús.

“Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.” (Mateo 6:7-8)

Orar es hablar con Dios de manera espontánea; por eso Jesús dijo que no usáramos vanas repeticiones. Se trata de un diálogo natural con Dios.

“Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.” (Mateo 6:5)

La oración es un acto personal. No existen "fórmulas mágicas”, por lo tanto, cuando ores no pretendas hacerlo como lo hacen otros, eres tú delante de Dios, y preséntate a Él con humildad.

d. ¿Cómo desarrollar tu tiempo de oración?

1. Sugerencias para tu tiempo diario con Dios:

  • Planea tener un tiempo diario con Dios.
  • Busca un lugar tranquilo.
  • Mantén una lista de tus peticiones así como de las respuestas del Señor.
  • Lee un capítulo diario de la Palabra.
  • Pide ser guiado en la planeación y el desarrollo del día.
  • Recuerda a cada momento de tu cotidianidad que Dios está contigo.

2. Para que tu tiempo de oración sea más significativo te sugerimos incluir diariamente cuatro cosas:

a) Da gracias y alaba a Dios en toda circunstancia.

“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” (1Tesalonicenses 5:18)

b) Pide sabiduría al Señor.

“Y si alguno tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” (Santiago 1:5)

c) Confiesa contrito y humillado, ante Dios, tus pecados.

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9)

d) Lleva tus problemas a Dios, confiando en sus promesas.

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” (Filipenses 4:6)

Fuente: http://www.mentecreativa.org/cristiano/5bases.html

III Tercera base: Debemos reorientar nuestras relaciones.

Al comenzar su nueva vida centrada en Cristo, usted deberá también re-orientar y cultivar nuevas relaciones.

a. La primera gran relación que usted inicia es con Dios.

clip_image001Dios desea tener intimidad con usted. Por consiguiente las dos bases anteriores, lectura diaria de la Biblia y práctica frecuente de la oración le ayudarán a desarrollar esa anhelada intimidad con Él.

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”; (Juan 1:12)

b. La segunda relación que usted re-orienta es con su familia.

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Dios desea que la iglesia (su gran familia) viva la dimensión del cielo a través de su vida familiar aquí en la tierra. No importa la situación que usted esté viviendo con cada miembro de su familia, Dios quiere que sus hijos reflejen la gracia de Dios tanto en sus vidas como en sus familias. En consecuencia, piense que su testimonio, su fe, su vida, serán los instrumentos que Dios usará para que los otros miembros de su familia le conozcan.

“Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.” (Hechos 16:31)

c. La tercera relación que usted re-enfoca es con otros cristianos.

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Esta relación nos habla de compañerismo. Lo que significa pasar tiempo y realizar actividades con otros que aman a Cristo. Los cristianos, como brasas de fuego, arden cuando están juntos. Pero cuando están separados, el fuego del entusiasmo desaparece, El compañerismo es vital para el crecimiento cristiano. Por esta razón, la asistencia a la iglesia es de suma importancia.

“Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; No dejando de reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca". (Hebreos 10:23-25)

Fuente: http://www.mentecreativa.org/cristiano/5bases.html

IV. Cuarta base. Debemos testificar

a. La cuarta relación que usted re-enfoca es con el mundo; por eso debemos testificar.

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Un testigo es la persona que dice lo que ha visto y oído y comparte su experiencia personal. Cualquiera que haya tenido una relación vital con Cristo, puede ser un testigo de Él. Testificar es el desbordamiento natural de la vida cristiana abundante. Como nuestra vida está llena de la presencia del Señor Jesús, no podemos evitar compartirlo con quienes entramos en contacto. Una vida cristiana dinámica debe ser "contagiosa".

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” (Marcos 16:15)

El siguiente gráfico le ayudará a visualizar sus nuevas relaciones.

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Fuente: http://www.mentecreativa.org/cristiano/5bases.html

V. Quinta base. Debemos obedecer a Dios

La clave para el crecimiento en la vida cristiana es obediencia completa y espontánea a la voluntad de Dios. De nada sirve conocer las bases fundamentales del crecimiento si no las aplicamos a nuestra vida. Por esto la obediencia es una ley básica en el crecimiento cristiano. En los Evangelios hay por lo menos 45 mandamientos directos dichos por Jesús. Consideremos algunos de éstos.

a. En relación con su reino.

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las cosas os serán añadidas.” (Mateo 6:33)

b. En relación con los demás.

“No juzguéis, para que no seáis juzgados.” (Mateo 7:1)

c. En relación con la oración.

“Pedid, y se os dará; buscad, y hallareis; llamad, y se os abrirá.” (Mateo 7:7)

d. En relación con las adversidades de la vida

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” (Mateo 11:28)

e. En relación con nuestra administración económica.

“Entonces les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.” (Lucas 20:25)

¿Se ha preguntado alguna vez, qué es lo de César y qué es lo de Dios? Lo de César tiene que ver con nuestras responsabilidades frente al estado colombiano, en reconocimiento de quienes nos dirigen en el gobierno.

“Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo... Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores que atienden continuamente a esto mismo". (Romanos 13:1-6)

Lo de Dios está relacionado con nuestra responsabilidad en la mayordomía cristiana.

“Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año.” (Deuteronomio 14:22)

“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramará sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” (Malaquías 3:10)

CONCLUSIÓN.

Podemos ver las cinco bases fundamentales del crecimiento de esta manera:

  • Las dos primeras se refieren a nuestra relación (vertical) con Dios.
  • Las dos siguientes se refieren a nuestra relación (horizontal) con los hombres.
  • La obediencia es el catalizador para el crecimiento rápido.

ESTUDIO DE LA BIBLIA COMUNIÓN	TESTIMONIO ORACIÓN

Fuente: http://www.mentecreativa.org/cristiano/5bases.html

El Clamor de una Reforma

Los movimientos previos al de Lutero y las personas que los encabezaron, se les conoce como pre-reformadores.

El más reconocido pre-reformador fue Juan Wiclef.

Propuestas de Juan Wiclef:

1. Los decretos papales no están por encima de la Biblia. 2 Pedro 1:20

2. El pan y el vino no se convierten en el cuerpo y sangre de Cristo. (Pasan de la Transustanciación a la Consustanciación). Hebreos 10:10-12

3. La confesión auricular no es válida como única opción. 1 Timoteo 2:5-6

4. No hay base bíblica para el pago de indulgencias, Efesios 1:7

5. Las tradiciones no deben estar por encima de la Palabra de Dios, canonizaciones, celibato, peregrinaciones, entre otras. Marcos 7:8,13

Fuente: Pastor Alberto Arenas

Revisar también 1 Juan 1:9, Salmos 51 y Salmos 52.

Cronología de Jesús de acuerdo con los Evangelios

Que hizo

Lugar

Versículos

Nacimiento de Jesús

Belén

Lc 2-17

Visita de los pastores

Belén

Lc 2:8-17

Presentación en el templo

Jerusalén

Lc2:22-24

Visita al templo (a los 12)

Jerusalén

Lc 2:41-50

Jesús bautizado

Río Jordán

Mt3:13-17, Mr 1:9-11, Lc3:21-23, Jn1:29-39

Jesús tentado

Desierto

Mt4:1-11, Mr1:12-13, Lc 4:1-13

Llamamiento de cinco discípulos

 

Jn 1:35-49

Agua convertida en vino

Cana

Jn 2:1-11

Purificación del templo

Jerusalén

Jn 2:13-19

La primera pascua

Jerusalén

Jn 2:23-25

Enseñanza nuevo nacimiento

Judea

Jn 3:1-21

Ministerio inicial bautizaba

Judea

Jn 3:22

El agua de Vida

Samaria

Jn 4:4-26

Jesús en Samaria

Samaria

Jn 4:28-42

Ministerio inicial en Galilea

Galilea

Mt 4:12-17, Mr1:14-15,Lc4:14-15,Jn4:43-45

Sanidad del hijo de un funcionario

Cana

Jn4:46-54

Regresa a Galilea

Galilea

Mt4:12, Mr1:14,Lc4:14-15,Jn4:1-3,43-45

Enseña en Nazaret

Nazaret

Lc4:16-27

Es rechazado

Nazaret

Lc4:28-30

Fue a Capernaum y enseñaba

Capernaum

Mt4:13, Lc4:31-32

Llama a cuatro discípulos

Mar de Galilea

Mt4:18-22, Mr 1:16-20,Lc5:8-11

Pesca milagrosa

Mar de Galilea

Lc5:4-9

Liberación del endemoniado

Capernaum

Mr1:23-28, Lc4:33-37

Sana a la suegra de Pedro

Capernaum

Mt8:14-15, Mr1:29-31, Lc4:38-39

Predicando en Galilea

Galilea

Mt4:23-25, Mr1:38-39, Lc 4:43-44

Sanidad de un leproso

Galilea

Mt8: 2-4, Mr1:40-42, Lc5:12-13

Regresa a Capernaum

Capernaum

Mr2:1-2

Sana un paralítico

Capernaum

Mt9:2-8, Mr2:2-12, Lc5:18-26

Llamamiento de Mateo

Capernaum

Mt9:9, Mr2:13-14, Lc5:27-28

Segunda pascua

Jerusalén

Jn 5:1

Sana Paralitico de Betesda

Jerusalén

Jn 5:2-9

Enseña sobre su divinidad

Jerusalén

Jn5:17-47

Enseña día de reposo

 

Mt12:1-8, Mr2:23-28, Lc6:15

Sana el de la mano seca

 

Mt12:9-13, Mr3:1-5, Lc 6:6-10

Sana a muchos

Cerca de Galilea

Mt12:15, Mr7:12

Selecciona los doce discípulos

Galilea

Mt10:1-4, Mr3:13-19, Lc6:12-16

Sermón del monte

Galilea

Mt5:7, Lc6:20-49

Sana al siervo del centurión

Capernaum

Mt8:5-13, 7:2-10

Resucita a la hija de una viuda

Nain

Lc7:12-16

Habla con discípulos de Juan

 

Mt11:2-6, Lc7:18-23

Habla de Juan el Bautista

 

Mt11:7-19, Lc7:24-28

Condenación de ciudades

 

Mt11:20-24, Lc10:13-16

Jesús en la casa del fariseo

Capernaum

Lc7:36-43

Viajes en Galilea

Ciudades de Galilea

Lc8:1-3

Sana endemoniado, ciego y mudo

Cidad de Galilea

Mt12:22, Lc11:14

Oposición a Jesús

Ciudad de Galilea

Lc11:14-23, Mt12:24-25, Mr3:22-27

Enseña del pecado imperdonable

 

Mt 12:25-37, Mr 3:28-30

Enseña sobre buscadores de señales

 

Mt12:38-45, Lc11:24-36

Familia de Jesús

 

Mr3:31-35, Mt12:45-50, Lc8:19-21

Condena a los fariseos

 

Lc11:37-42

Parábolas y enseñanzas

 

Lc12:16-48, 13:6-9

Parábola del sembrador

Galilea

Mr4:3-20, 8:4-15, Mt13:3-9, 18-23

Parábola del trigo y cizaña

Galilea

Mt13:24-30,36-43

Parábola semilla de mostaza

Galilea

Mt13:31-32, Mr4:31-32, Lc13:18-19

Parábola levadura

Galilea

Mt13:33, Lc13:20-21

Parábola tesoro escondido

Galilea

Mt13:34

Parábola perla de gran precio

Galilea

Mt13:45-46

Parábola de la red

Galilea

Mt13:47-51

Viaje y Jesús calma la tempestad

Mar de Galilea

Mt 8:18-27, Mr4:35-41, Lc8.22-25

Sanidad endemoniados

Tierra de los gadarenos

Mt8:24-36, Mr5:1-20, Lc8:26-39

Sanidad de mujer con flujo de sangre

Capernaum

Mt9:20-22, Mr5:25-34, Lc8:43-48

Resurrección de la hija de Jairo

Capernaum

Mt9:18-19,23-26, Mr5:22-24, 35-46, Lc8:41-42,49-56

Sanidad de los ciegos y el mudo

 

Mt9:27-34

Es rechazado

Nazaret

Mt 13:54-58, Mr6:1-6, Lc 4:16-30

Da instrucciones a sus discípulos

 

Mt10:5-42, Mr6:7-13, Lc9:1-6

Tercer viaje a Galilea

Galilea

Mt9:35-38, Mr6:6

Interrumpen y alimentación de 5000

Camino a Betsaida

Mt14:13-21, Mr6:14-34, Lc9:7-17, Jn6:1-14

Camina sobre las aguas

Mar de Galilea

Mt 14 22-23, Mr 6:45-52, Jn 6:16-21

Hace muchos milagros

 

Mt14 22-33 Mr 6 53-56

Enseñanza el pan de vida

 

Jn 6:25-59

Los fariseos son reprendidos

 

Mt 15:1-9, Mr7:1-13

Sanidad de la hija cananea

Tiro y Sidon

Mt 15:22-28, Mr 7:25-30

Sanidad de un sordomudo

M. de Galilea en Decapolis (Reg.)

Mr 7:32-37

Hace muchos milagros

 

Mt 15:29-31

Alimentación de los 4000

Mar de Galilea

Mt15:32-38, Mr 8:1-9

Reprende buscadores de señales

Dalmuta

Mt 16:1-4, Mr 8:10-12

Sana un ciego

Betsaida

Mr 8:22-26

Confesión de Pedro

Cesaria de Filipo

Mt 16:13-19, Mr 8:27-29, Lc 9:18-21

transfiguración

Monte Hermon

Mt 17: 1-9, Mr 9:2-10, Lc 9:28-36

Sana endemoniado

 

Mt 17:14-21, Mr 9:14-29 Lc 9:37-42

Predice sus sufrimientos

 

Mt 17:22-23, Mr 9:30-32, Lc 9:43-45

Impuesto del templo

Capernaum

Mt 17.24-27

Enseñanza: humanidad, vanidad y pendón

 

Mt 18:1-22, Mr 9:33-50, Lc 9:46-50

Parábola del siervo sin misericordia

 

Mt 18:23-25

Envió de los setenta

 

Lc 10:1-16

Rechazo por samaritanos

Samaria

Lc 9:51-62

Sanidad diez leprosos

Yendo a Jerusalén

Lc 17:11-19

Enseñanza fiesta tabernáculo

Yendo a Jerusalén

Lc 8:1-11

Acerca de la paternidad

Yendo a Jerusalén

Lc 8:15-58

Parábola del buen samaritano

 

Lc 10:25-37

Casa de Marta y Maria

Betania

Lc 10:38-42

Parábola amigo a medianoche

Betania

Lc 11:5-13

Regreso de los setenta

 

Lc 10:17-24

Sanidad del ciego

Jerusalén

Jn 9:1-41

Parábola del buen pastor

Jerusalén

Jn 10:1-17

Fiesta de la dedicación

Jerusalén

Jn 10:22-40

Viaje al otro lado del jordán

de Jerusalén a Betania

Jn 10:39-42

Resurrección de Lázaro

Betania

Jn 11:1-46

Retiro a la ciudad de Efraín

Efraín

Jn 11:54

Ministerio en perea

Perea

Mt 19:1-2, Mr 10:1

Mujer sanada

Perea

Lc 13:10-17

Explicación núm de salvos

Perea

Lc 13:23-30

Cena con fariseo

Perea

Lc 14:1-24

Sano hidropico

Perea

Lc 14:1-6

Enseñanza calcular el costo

Perea

Lc 14:25-33

Enseñanza oveja perdida

Perea

Lc 15:1-7

Enseñanza moneda perdida

Perea

Lc 15:8-10

Enseñanza hijo prodigo

Perea

Lc 15:11-32

Enseñanza mayordomo infiel

Perea

Lc 16:1-13

Enseñanza rico y Lázaro

Perea

Lc 16:19-31

Enseñanza indulgencia, fe

Perea

Lc 17:1-10

Enseñanza segunda venida

Perea

Lc 17:20-37

Parábola viuda y juez injusto

Perea

Lc 18:1-14

Enseñanza acerca del divorcio

Perea

Mt 19:3-12, Mr 10:2-12

Bendice niños

Transjordania

Mt 19:13-15, Mr 10:13-16, Lc18:15-17

El joven rico

Transjordania

Mt 19:16-30, Mr 10:17-31, Lc 18:18-30

Parábola obreros de la viña

Transjordania

Mt 20:1-16

Predice sus sufrimientos

Cerca del jordán

Mt 20:17-19, Mr 10:32-34, Lc18:31-34

Ambición de Jacobo y Juan

Cerca del Jordán

Mt 20:20-28, Mr 10:35-45

Sanidad de dos ciegos

Jericó

Lc 18:35-43, Mt 20:29-34, Mr10:46-52

Visita a Zaqueo

Jericó

Lc 19:2-10

Parábola diez minas

Jericó

Lc 19:11-27

Jesús vuelve a visitar a Marta y Maria

Betania

Jn 11:55,12:1

La unción en Betania

Betania

Mt 26:6-13 ,Mr 14:3-9, Jn 12:2-8

La entrada triunfal

Jerusalén

Mt 21:1-11, Mr 11:1-11, Lc 19:29-44, Jn 12:12-19

Maldice la higuera estéril

Jerusalén

Mt 21:18-20, Mr 11:12-14, 20,21

purificación del templo

Jerusalén

Lc 19:45-46, Mt 21:12-13, Mr 11:15-17

sanidades en el templo

Jerusalén

Mt 21:14

La autoridad de Jesús

Jerusalén

Mt 21:23-27, Mr 11:27-33, Lc 20:1-8

Parábola de dos hijo

Jerusalén

Mt 21:28-32

Parábola labradores

Jerusalén

Lc 20:9-16, Mt 21:33-41, Mr 12:1-9

Parábola de la fiesta de bodas

Jerusalén

Mt 22:1-14

Cuestión del tributo

Jerusalén

Mt 22:15-22, Mr 12:13-17, Lc 20:20-26

Pregunta de saduceos

Jerusalén

Mt 22:23-33, Mr 12:18-27, Lc 20:27-40

Gran mandamiento

Jerusalén

Mt 22:34-40, Mr 12:28-34

Pregunta de Jesús

Jerusalén

Mt 22:41-46, Mr 12:18-27, Lc 20:27-40

Ayes contra fariseos

Jerusalén

Mt 23, Mr 12:38-40, Lc 20:45-47

La ofrenda de la viuda

Jerusalén

Mr 12:41-44, Lc 21:1-4

Visita de los griegos

Jerusalén

Jn 12:20-36

Enseñanza incredulidad

Jerusalén

Jn 12:37-50

Profecía

Jerusalén

Mt 24:1-14, Mr 13:1-13, Lc 21:5-19

Eventos venideros

Jerusalén

Mt 24:15-42, Mr 13:14-37, Lc 21:20-36

Parábolas y enseñanza

Jerusalén

Mt 25:1-46

Complot contra Jesús

Jerusalén

Mt 26:1-5, 14-16, Mr 14:1-2, 10-11, Lc 22:1-6

Preparación para la pascua

Jerusalén

Mt 26:17-19, Mr 14:12-16, Lc 22:7-13

Comida de pascua

Jerusalén

Mt 26:20, Mr 14:17-18, Lc 22:14-18

Jesus lava los pies

Jerusalén

Jn 13:1-7

El traidor es señalado

Jerusalén

Mt 26:21-,Mr 14:18-21, Lc 22:21-23, Jn 13:21-30

La sena del señor

Jerusalén

Mt 26:26-29, Mr 14:22-25, Lc 22:19-20

Palabras de despedida

Jerusalén

Jn 14:1-31

Parábola promesa y oración

Jerusalén

Jn 15:1-26

Agonía en el huerto

Getsemani

Mt 26:36-46, Mr 14:32-42,  Lc 22: 39-46, Jn 18:1

Traición

Getsemani

Mt 26:47-56 ,Mr 14:43-52, Lc 22:47-53, Jn 18:3-13

Sanidad de Malco

Getsemani

Lc 22:50-51

Jesús ante el sacerdote

Jerusalén

Mt 26:57, Jn 18:13-14, Mr 14:53, Lc 22:54

Negación de Pedro

Jerusalén

Mt 26:58, 69-75, Mr 14:54, Lc 22:54-62, Jn 18:15-18

Jesús ante el Sanedrin

Jerusalén

Mt 26:59-68, Mr 14: 55-65, Lc 22:66-71, Jn 18:19-24

Jesús ante Pilato

Jerusalén

Mt 27:1-2,11-14, Mr 15:1-5, Lc 23:1-5, Jn 18:28-38

Jesús ante Herodes

Jerusalén

Lc 23:6-12

Pilato intenta liberar a Jesús

Jerusalén

Mt 27:15-16, Mr 15:6-15, Lc 23:13-24, Jn 18:39-40

Petición esposa de Pilato

Jerusalén

Mt 27:19

Pilato se lava las manos

Jerusalén

Mt 27:24

Pilato aprueba pena de muerte

Jerusalén

Mt 27:26-30, Mr 15:15, Lc 23:24, Jn 19:1-16

Jesús es escarnecido

Jerusalén

Mt 27:30, Mr 15 16-20, Jn 19:1-3

Llevan a Jesús para crucificar

Jerusalén

Mt 27:31-33, Mr 15:20-22, Lc 23:26, Jn 19:16-17

Crucifixion

Golgota

Mt 27:35-38,  Mr 15 25-28, Lc 23: 33-38, Jn 19:18-24

Le injurian

Golgota

Mt 27:39-43, Mr 15:29-32, Lc 23:35

Encomienda su madre a Juan

Golgota

Jn 19:25-37

Jesús muere

Golgota

Mt 27:45-50, Mr 15:33-37, Lc 23:44-46, Jn 19:28-30

Descenso de la cruz

Golgota

Mt 27:57-58,  Mr 15:42-45, Lc 23:50-53, Jn 19:31-38

Sepultura

Un huerto

Mt 27:59-61, Mr 15:46-47, Lc 23:53, Jn 19:39-42

Terremoto

Un huerto

Mt 28:2-4

Mujeres vienen al sepulcro

 

Mt 28:1-7, Mr 16:1-5, Lc 24:1-2, Jn 20:1

Jesùs aparece a Maria

 

Mr 16:9-10, Jn 20:2,11-17

aparece a varias mujeres

 

Mt 28:8-10

Discípulos camino a Emaus

Camino a Emaus

Mr 16:12-13, Lc 24:13-32

Discípulos falta Tomas

Jerusalén

Lc 24:36-48, Jn 20:19-25

Discípulos con Tomas

Jerusalén

Mr 16:14-18, Jn 20:26-29

Aparición en galilea

Galilea

Mt 28:16-20, Jn 21:1-24

Pesca milagrosa

Mar de Galilea

Jn 21:6

Ascensión

 

Mr 16:19-20, Lc 24:50-53

Nacimiento de Jesús

Las Profecías del Antiguo Testamento se cierran en una predicación:

(En el Antiguo testamento fue anunciado muchas veces que vendría al mundo Jesucristo)

“He aquí, yo envió mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí, y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, el Ángel del pacto a quien deseáis vosotros” (Malaquías 3:1).

Esta predicación indicaba que Dios enviaría otro Elías, quien habría de preparar a la nación para el gran día divino. Los judíos esperaban el cumplimiento de esta profecía Mesiánica.

Trascurridos cuatrocientos años durante los cuales la voz profética a permanecido en silencio (entre el nuevo y el antiguo testamento), vuelve a obrar sobrenaturalmente el Espíritu de Dios. Hay anunciaciones angélicas, cantitos proféticos y señales milagrosas. Se pone en marcha lo que habían predicho las profecías mesiánicas, ha llegado el momento tan esperado de la venida del Mesías. La historia de Jesús comienza con el anuncio de que nacerá un poderoso profeta el cual será el precursor del Mesías (Juan el Bautista).

Este llega en medio de un periodo sombrío para la nación Judía. Herodes, llamado “El grande”, reina sobre ella con salvaje tiranía. Los romanos la oprimen bajo la carga de pesados impuestos. Con todo, la situación religiosa es más lamentable aun, ya que los saduceos (secta, es decir: grupo religioso judío) rechazan lo sobrenatural y los fariseos (otra secta, es decir: grupo religioso judío) enseñan el legalismo; el culto ha degenerado hasta convertirse en un formalismo vacío y en unas ceremonias huecas. Parece como si se hubiera apagado toda chispa espiritual. Sin embargo, hay pequeños grupos de personas piadosas que alimentan su alma con las promesas mesiánicas y “esperan la consolación de Israel”, “la redención de Jerusalén” (Lucas 2:25,38). Vemos entre ellas a Zacarías, Elizabet, Simeón, Ana, María, y José. El espíritu comienza a obrar, haciéndoles promesas que los preparan para el advenimiento del Mesías.

(Lucas 1:5-38; Mateo 1:18-25) Sería de extrañarse que un suceso tan trascendental como el nacimiento del Mesías no hubiera sido anunciado clara y específicamente por Dios: “Sus detalles, que eran de carácter sobrenatural, necesitaban una aclaración que también fuera sobrenatural; de lo contrario no habían sido digno de creerse.” Los evangelios presentan tres anunciaciones dirigidas respectivamente a Zacarías, a María y a José, Lucas relata las dos primeras y Mateo relata la tercera; Lucas menciona el nombre del Ángel, Gabriel (varón de Dios); en cambio, Mateo se limita a decir (Un ángel del Señor).

El nacimiento de Juan es anunciado con palabras casi tan majestuosas como las reservadas a Jesús. Esto se debe a que Juan fue el heraldo del Mesías, el vinculo entre el Nuevo y el Antiguo Testamento, El hombre más grande de su época (Lucas 7:28). No obstante, Lucas añade a la narración diversas profecías relativas a la singular importancia de Jesús (Lucas 2:22-38) y de esta forma señala la trascendencia de su persona y misión.

Zacarías y su esposa Elizabet vivían en la región montañosa ubicada al sur de Jerusalén. Pertenecían al linaje sacerdotal y eran devotos miembros de la antigua dispensación. Su vida intachable y su piedad no los había eximido de pesares ya que no tenían hijos y eran ancianos; además, en aquellos tiempos creían que la esterilidad era evidencia de que la pareja no había agradado a Dios (creencia errónea obviamente, sin embargo, en esta esterilidad posiblemente había un propósito de Dios).

En cierta ocasión le toco en suerte a Zacarías entrar en el lugar santo del templo para quemar incienso sobre el altar a la hora de la oración. Es probable que fuera su única oportunidad de actuar como sacerdote, puesto que el oficio sacerdotal era hereditario y había unos veinte mil descendientes de Aarón (todos sacerdotes los cuales no podían tener todos juntos el privilegio que le había tocado en esta ocasión a Zacarías). No todos podían servir en el templo, de modo que era necesario escoger a la suerte a quienes lo harían, se permitía que un sacerdote oficiara en el santuario una sola vez en su vida, por lo cual esta ocasión debe de haber sido el momento supremo en la existencia de Zacarías.

Al elevarse la nube de incienso, símbolo de que era aceptadas la suplica de los adoradores, se le apareció un ángel al anciano sacerdote. Le aseguro que su petición había sido escuchada y que su esposa daría a luz un hijo. ¡Le pidió Zacarías a Dios que le diera un hijo! La incredulidad que manifestó el anciano al reaccionar parece desmentir tal interpretación. Es probable que orara por la redención de Israel, esto es, por la venida del Cristo. Cuando el Ángel habla del nacimiento del precursor, lo relaciona con la próxima aparición del Mesías, cumplimiento de la suplica que estaba en el corazón de todos los israelitas piadosos.

El hijo prometido se llamaría Juan (Jehová da gracia), y prepararía el camino para la venida del Señor sería nazareno y por lo tanto apartado para servir a Dios; Además, el Espíritu lo capacitaría para cumplir su misión. Su gran tarea sería hacer que los corazones de los hombres se volvieran a Dios. Actuaría “con el espíritu y el poder de Elías”, el cual se destacó por su valentía, severidad en lucha por el pecado. La expresión “para hacer volver los corazones de los padres a los hijos” (Lucas 1:17) parece significar que haría volver a los descendientes de los patriarcas a su antigua fe.

Este anuncio era demasiado bueno para que Zacarías lo creyera inmediatamente, por lo que pidió una confirmación (creo que cualquier persona haría lo mismo si está estéril, siendo anciano y aparece un ángel diciendo que tendrá un hijo profeta. No obstante recibe como continuara leyendo una censura por parte del ángel ya que él debería creer sin pedir pruebas era un gran sacerdote). El ángel le respondió dándole su nombre, su misión y una señal. Esta sirve a la vez de censura y bendición. Gabriel, que así se llama el ángel, censura la incredulidad del sacerdote, y al mismo tiempo fortalece su fe para que reciba la promesa. Su lengua permanecerá muda hasta que se cumplan las palabras del ángel; entonces prorrumpirá en un jubilosa acción de gracias. Erdman observa: “la incredulidad nunca es gozosa; la infidelidad carece de cánticos.”

Pronto comienza a cumplirse la promesa de Gabriel. Elizabet se oculta cinco meses, probablemente porque no quiere que la vean hasta que sea obvio para todos que Dios le ha quitado su esterilidad y ha cumplido su promesa.

La anunciación a María del nacimiento de Jesús (Lucas 1:26-38). Al leer este pasaje, tenemos que exclamar con el apóstol: “Indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad”. Debemos descubrirnos respetuosamente, porque “el lugar en que está, tierra santa es”. Con gran dignidad y exquisita delicadeza, Lucas narra el anuncio del ángel referente a Jesús. Esta vez no se aparece en Jerusalén sino en una oscura aldea de Galilea; no en un magnifico templo sino en un humilde hogar. La pre división encierra la culminación de las profecías del antiguo Testamento “revela el misterio supremo de la fe cristiana; a saber, la naturaleza de nuestro Señor, humana y divina a la vez”.

Era necesario que María supiera lo que le iba a pasar. Estaba comprometida con José. En aquellos tiempos el compromiso duraba un año, y durante este periodo eran considerados marido y mujer, aunque aún no convivían. El compromiso era tan serio como el mismo matrimonio, y solo el divorcio lo podía resolver (Deuteronomio 22:20-24). El anuncio le presentó a María un problema delicado. ¿Qué pensaría José de su embarazo?. (apedreaban a los adúlteros)

“¡Salve (o “te saludo”), muy favorecida!” Es la traducción correcta de la salutación de Gabriel. La traducción “llena de gracia”, que se encuentra en algunas versiones de la Biblia, insinúa que María es “una fuente de gracia” algo que es contrario al sentido de la expresión del ángel. María fue alguien que recibió el favor divino; no es una fuente de la gracia para dispersarla a los demás. La gracia que recibió consistía en haber sido elegida para ser la madre del unigénito hijo de Dios, privilegio singular que ha hecho de ella la más bendita entre todas las mujeres. (María no hace milagros, los milagros los hace Dios, lo cual no quita crédito a la gran mujer que fue María).

María sintió temor ante el mensajero celestial. En su modestia, le extrañaba los elogiosos términos de saludo, pero la sorprendió mucho mas el anuncio de que concebiría y daría a luz un hijo a quien pondría por nombre “Jesús” (nombre griego que es equivalente al hebreo Josué, el cual significa “Jehová es salvación o Salvador”.

Este hijo sería el heredero del trono de David, pero no se trataría de un simple rey terrenal adoptado por Dios, sino del “Hijo del altísimo” y su reinado sería eterno.

No debe considerar la pregunta de María (Lucas 1:34) una expresión de incredulidad, como en el caso de Zacarías (Lucas 1:18). Es probable que ella entendiera que iba ha concebir de inmediato, y no entendiera como iba a ser esto posible sin la intervención de un varón (recuerde que no tenia relaciones con José). El ángel le explicó que el Espíritu Santo vendrá sobre ella como la nube de gloria había descendido sobre el antiguo tabernáculo de Israel, y que su hijo sería “santo”(esto es, no heredaría la naturaleza caída de la que participa todo el resto de la humanidad). María concebiría por un acto creativo del espíritu en su cuerpo. Como confirmación de sus palabras, Gabriel le refirió el milagro ya experimentado por su pariente Elizabet (la madre de Juan el Bautista).

La fe y la sumisión de María son hermosos. Esta sencilla doncella se considera como la esclava del Señor, y esta dispuesta a obedecerlo, aunque sabe que estará expuesta a los chismes de sus vecinos, al mal entendido de su novio e incluso a un posible repudio por parte de el; sin embargo, los que confían en las promesas de Dios se someten a su voluntad y miran mas allá del oprobio; así alcanzan por fe la gloria venidera. Marie sería la madre del Hijo de Dios. No cabe duda alguna de que el nacimiento virginal es un concepto difícil de armonizar con los procesos biológicos conocidos. Sin embargo, ¿acaso la ciencia lo sabe todo? Lo cierto es que el nacimiento virginal no es un obstáculo más formidable a la fe que el de la resurrección de Cristo, y la ciencia tampoco puede explicar este fenómeno. La negación de la doctrina de la encarnación tiene por consecuencia la creación de un misterio aun más grande. ¡Cómo se podría explicar satisfactoriamente el hecho inconvertible de que Jesucristo no cometió pecado alguno! ¡Cómo explicar que él es Dios-Hombre! Además de esto, si podemos aceptar el milagro de la encarnación, ¿hay razones para que nos cueste aceptar los medios sobrenaturales que empleo Dios en su realización? Dios si puede hacer milagros. Si no pudiera dejaría de ser Dios.

El cántico de María (Lucas 1:39-56). Mientras oía el anuncio del ángel, crecieron en el interior de María una gran cantidad de extraños sentimientos. Quería compartir la noticia con una persona muy allegada, alguno de su propio sexo que la creyera y comprendiera su situación. Tal vez estuviera ansiosa también de confirmar lo que había dicho Gabriel acerca de su parienta. Por eso se apresuro a ir a la casa de Elizabet aunque el viaje era algo largo.

Cuando Elizabet oyó la salutación de María la criatura que llevaba en su vientre salto de gozo, y ella fue llena del Espíritu, comenzando a hablar en lenguaje profético. Solo por revelación del Espíritu pudo ella tener tan asombroso conocimiento de la concepción sobrenatural de Jesús, lo cual sirvió para confirmarle a María el mensaje del ángel.

El cántico de María en esta ocasión recibe el nombre de “Magnificat”. Esta es la primera palabra de su versión en latín, traducida por la palabra ”engrandece” en castellano. El himno esta saturado de citas del Antiguo Testamento y sigue la pauta del cántico de Ana (1 Samuel 2:1-10). Está dividido en cuatro estrofas, proviene de Lucas 1:46-55.

46 Entonces María dijo:
    Engrandece mi alma al Señor;

47 Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.

48 Porque ha mirado la bajeza de su sierva;
    Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.

49 Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso;
    Santo es su nombre,

50 Y su misericordia es de generación en generación
    A los que le temen.

51 Hizo proezas con su brazo;
    Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.

52 Quitó de los tronos a los poderosos,
    Y exaltó a los humildes.

53 A los hambrientos colmó de bienes,
    Y a los ricos envió vacíos.

54 Socorrió a Israel su siervo,
    Acordándose de la misericordia

55 De la cual habló a nuestros padres,
    Para con Abraham y su descendencia para siempre.

El anuncio del Ángel a José (Mateo 1:18-25). El relato de Mateo en cuanto al nacimiento de Jesús es completamente independiente de Lucas. Este narra la historia desde el punto de vista de Marie mientras que Mateo lo hace del punto de vista de José. Sin embargo ambos evangelistas concuerdan en atribuir la concepción de Jesús a la obra del Espíritu Santo en María.

No trascurre mucho tiempo antes de que José observe que María esta en cinta. Como están desposados, considera la infidelidad como adulterio. Podemos imaginarnos la desilusión y la pena que siente José. Como es un hombre bondadoso y no quiere armar un escándalo, resuelve separarse secretamente de su prometida, pero Dios interviene, enviándole un Ángel que le habla en sueños. Con profundo respeto y delicadeza el Ángel le revela a José el misterio.

En este relato se nota dos de los temas centrales en el evangelio de Mateo: Jesús es rey y el rey es rechazado. José piensa repudiar a la futura madre del rey, y el Ángel se dirige  llamándolo “José hijo de David” con lo cual hace hincapié en el linaje real y mesiánico del futuro padre legal de Jesús (el antiguo testamento dice que el Mesías seria hijo de David) .

María dará a luz un hijo, y José le debe poner por nombre Jesús este había sido el nombre de Josué, el sucesor de Moisés que había conducido al pueblo a través del Jordán y había conquistado Canaan. Sin embargo, este nuevo Josué seria mas que un libertador militar. Su misión no seria liberarnos de la opresión política y económica sino “Salvar a su pueblo de su pecado” es decir de la culpa y el poder esclavizado de su maldad.

A continuación el evangelista señala que las misteriosas circunstancias que han perturbado a José no son tan sensacionalmente nuevas como este ha pensado. Cita Isaías 7:14 para demostrar que el nacimiento virginal había sido profetizado unos 700 años antes. (...)

Al despertar, José hace lo que se le ha encargado. Toma a María por esposa pero no viven como esposos hasta que ella da a luz a su hijo (Mateo 1:25). Luego llevan una vida conyugal normal y tienen varios hijos: Jacob, José, Simón y judas (no Escariote el que vendió a Jesús),además de algunas hijas (Mateo 13:55-56, Juan 7:3-5) (María según estos relatos no murió virgen, lo cual no la desacredita como una gran mujer digna de ejemplo, no obstante ella no es Dios ni la intercesora da Dios que es Jesús).

Los Ángeles y los pastores (Lucas 2:8-20). La ocasión del nacimiento del hijo de Dios hecho carne era tan trascendental que Dios no la dejo pasar sin anunciarla. Mientras los sacerdotes, maestros y doctores de la ley dormían, un Ángel del Señor se les apareció de repente a unos humildes pastores que cuidaban ovejas en las largas horas de la noche (parece ser que Dios los prefería a ellos... al menos en ese entonces). El Ángel resplandecía; lo rodeaba una luz sobrenatural. Les anuncia gozosamente el nacimiento del “Salvador”, que es “Cristo el Señor”. La palabra “Cristo” (en hebreo “Mesías”) significa “El Ungido”. En el Antiguo Testamento eran ungidos con aceite los sacerdotes y los reyes, como preparación para una misión especial. Este acto era símbolo de la unción del Espíritu Santo. Sin embargo, el Cristo no seria un ungido sino el ungido. El Ángel dijo que les anunciaba nuevas de gran gozo, dándonos así la nota de alegría que caracteriza al evangelio de Cristo desde el principio.

No bastaba con un Ángel para presentar como era debida esta gran noticia. Repentinamente, el ambiente quedo invadido por un verdadero ejercito de Ángeles, cuya alabanza resonó por colinas y valles. La Biblia de Jerusalén traduce su mensaje dando su significado mas autentico: “ paz a los hombres en quienes El se complace”; es decir, aquellos que son ”objeto de su favor”. El mensaje habla de paz con Dios paz en el corazón, y paz en medio del mundo. Los pastores se apresuraron donde estaba el recién nacido y ofrecerle su humilde homenaje no quedaron desilusionados, sino que salieron del establo alabando al Señor. María también nos da ejemplo aquí  “guardaba todas estas cosas meditando en su corazón”.

Fuente: http://www.estudiargratis.com.ar/biblia/nacimiento-jesus.htm

Aclaración

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