Las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se
hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas
por medio de las cosas hechas. – Romanos 1:20.
(Jesús dice:) No queréis venir a mí. – Juan 5:40.
La conversación del peluquero no parecía interesar mucho al cliente.
Entonces empezó a hablar de cosas más serias. Dijo: –Cuando pienso en
todos los crímenes, violaciones, atentados y guerras que se multiplican,
me digo: No hay Dios, porque si lo hubiera, no ocurriría todo eso.
Los esfuerzos no sirvieron para nada, pues el tema tampoco sacó al
cliente de su aparente indiferencia. Apenas salió de la peluquería, el
cliente encontró en la calle a un hombre de pelo largo y barba
desordenada. En seguida regresó y dijo al peluquero: –Los peluqueros no
existen…
–¿Cómo? ¿Entonces yo qué soy? –Si los peluqueros existiesen, en este
mundo no habría hombres mal afeitados y con pelo largo como este hombre
que está pasando. –Claro que los peluqueros existen, pero algunos los
ignoran. –Lo mismo ocurre con algunos que dan la espalda a Dios y no
quieren creer en él.
¿Será usted uno de ellos? La Biblia llama “necio” a aquel que niega la existencia de Dios (Salmo 14:1). También declara que el hombre no tiene “excusa” para no reconocer a Dios en la obra de la creación (Romanos 1:20). Pero sobre todo nos muestra cómo Dios se reveló al hombre dando a su único Hijo, Jesucristo: “Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).
Fuente: http://bit.ly/14HrSxM